Qué
estés dispuesto a escucharme, a decirme mariconadas cuando me pongo tonta, a hacerme
sonreír hasta que me duelan las mejillas.
Qué
estés dispuesto a querer sin miedos, como yo te quiero a ti, a darlo todo, bueno,
o el 99%.
Qué
te preocuparas, que tuvieras tiempo para mi, que no te importe esperar.
Qué
estuviéramos hablando casi todo el día, hasta la madrugada.
Qué
seas cariñoso siempre, no solo cuando yo iba a donde ti pidiéndote un poco de amor
y unos cuantos “te quiero”.
Qué
me hicieras sentir especial.
Qué
confiarás en mi, me contaras tus cosas y que yo así pudiera ayudarte.
Qué
todo fuera bien, sin apenas discusiones.
Qué
yo te hiciera feliz.
¿Te
acuerdas? Hubo un tiempo en el que todo era así, luego todo cambio, alguien cambio
y no fui yo.
La distancia
se hizo notar porque tu estabas ausente, yo solo estaba en estado de espera, esperando
a que volvieses a decirme “Buenos días, princesa” o a darme mimos, porque aunque
parezca que no, los necesito, como necesito darlos.
Yo solo
quería ser tan importante para ti, como tú lo eras para mi, pero eso era imposible,
para mi tú eras el primero, y tú ya habías tenido a alguien antes.
Qué
yo no te tenga que pedir esto, y que lo des tú porque de verdad me sigues queriendo.
Por @Marimagdalenas_ algún día escribiré algo feliz o por lo menos algo que no me duele escribir, pero mientras tanto...
Por @Marimagdalenas_ algún día escribiré algo feliz o por lo menos algo que no me duele escribir, pero mientras tanto...
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