miércoles, 18 de julio de 2012

Que me quieras, porque quieras.


Qué estés dispuesto a escucharme, a decirme mariconadas cuando me pongo tonta, a hacerme sonreír hasta que me duelan las mejillas.
Qué estés dispuesto a querer sin miedos, como yo te quiero a ti, a darlo todo, bueno, o el 99%.
Qué te preocuparas, que tuvieras tiempo para mi, que no te importe esperar.
Qué estuviéramos hablando casi todo el día, hasta la madrugada.
Qué seas cariñoso siempre, no solo cuando yo iba a donde ti pidiéndote un poco de amor y unos cuantos “te quiero”.
Qué me hicieras sentir especial.
Qué confiarás en mi, me contaras tus cosas y que yo así pudiera ayudarte.
Qué todo fuera bien, sin apenas discusiones.
Qué yo te hiciera feliz.
¿Te acuerdas? Hubo un tiempo en el que todo era así, luego todo cambio, alguien cambio y no fui yo.
La distancia se hizo notar porque tu estabas ausente, yo solo estaba en estado de espera, esperando a que volvieses a decirme “Buenos días, princesa” o a darme mimos, porque aunque parezca que no, los necesito, como necesito darlos.
Yo solo quería ser tan importante para ti, como tú lo eras para mi, pero eso era imposible, para mi tú eras el primero, y tú ya habías tenido a alguien antes.
Qué yo no te tenga que pedir esto, y que lo des tú porque de verdad me sigues queriendo.


Por @Marimagdalenas_  algún día escribiré algo feliz o por lo menos algo que no me duele escribir, pero mientras tanto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario