Y ahora, de frente y algo menos dolida
te puedo decir que solo fuiste un espejismo, que no era insustituible, que ni siquiera
eras la cuarta parte de lo que yo creía, que ni siquiera te merecías la mitad de
los besos que yo un día te di.
No me mires así, no es rencor y mucho
menos arrepentimiento, solo es que ahora, después de un tiempo se me ha caído la
venda de los ojos.
Tantas lagrimas, tantas dudas, tantas
noches en vela y tantas promesas incumplidas ahora ya son solo aire.
Por @Marimagdalenas_ en una calurosa noche de Agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario