Ahora sonrío por lo que antes lloraba, y lloro porque se que por lo que sonrío no va a volver a pasar. Anoche soñé contigo, con la luz que desprendía tu sonrisa cuando sentados en tu habitación me decía al oído que me querías y que te había cambiado la vida. Supongo que en estos momentos, en tu pensamiento tal vez sea a peor el cambio, pero quién sabe.
Tu mirada caoba, cautivaba e idiotizaba todos mis sentidos. Tenías algo especial que no he encontrado en otra persona, puede ser que tu me querías y aunque yo no quisiera darme cuenta, me lo demostrabas. Lo primero que te conté es que me encantaba que, sin motivo alguno, en una conversación de un tema que no tenga nada que ver: me pares, me beses, me digas te quiero al oído, y me mires a los ojos. En el fondo soy un romántico.
Ahora, ni te acordarás de mi, aunque dijiste que me echabas de menos, pero lo borraste, yo no, y lo sigo diciendo, aunque los besos ahora te los dé otro.
Rayadas mentales de @AlexeyKovalski
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