Va haciendo mella,
quedándose dentro, resguardándose de la tormenta, regalando tregua para luego
causar el gran estallido final.
Con el único fin de
ser disparado como balas. Directo. Conciso. Haciendo daño. Sirviendo como
escudo. Sirviendo como ataque. Gritado. Innecesario e inevitable.
Un escudo que protege
lo que él descuido, rompió, destrozo, y no quiso. A ti.
Una burbuja que te aísla
de todo lo que algún día fue.
Lo que te hace
inmune, pero te mata a la vez. Lo que no quiere que sufras más, pero te impide
ser feliz.
Un rencor que solo
es capaz de irse con te quiero’s.
No hay comentarios:
Publicar un comentario